Mientras que los tribunales franceses funcionan a velocidad inusual para prohibir lo antes posible las fotos del famoso 'topless' de Kate Middleton, y obligar a la revista que las publicó, Closer, a que se las devuelva a la princesa británica, en el Reino Unido, donde la prensa tiene terminantemente prohibido cometer este tipo de 'tropelías' contra la familia real, los periódicos se comportan a veces como muchachos traviesos, ingeniándoselas para dar cacha a un tema del que los británicos no quieren oír hablar de puertas para fuera, pero que es la comidilla con la que sacian su morbo de puertas para adentro.
Y es que como dice en un comentario una lectora que parece estar indignada con la ilustración del caricaturista del Guardian, Steve Bell, si este diario eliminase de su web todos los contenidos relacionados con el asunto del 'topless' de Middleton, "quedarían demasiados huecos vacíos".
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