Cada época tiene su moda. Bueno, más o menos, dado que todos sabemos que es cíclica y que las tendencias reciclan continuamente elementos del pasado. Quizá es por eso por lo que os traemos este artículo. Como advertencia. Creemos y podemos afirmar que a todos nos gustaría que muchas de estas prendas y cortes de pelos no volvieran jamás a asomar su nariz en nuestras vidas.
Aquí tenemos un pequeño catálogo de ropa hortera, prendas espantosas y peinados ridículos que en su día fueron considerados de buen gusto, remontándonos incluso a siglos pretéritos. Hoy nadie llevaría gorgeras, gorros con hélice o camisetas con hombreras. Pero existieron. ¡Vaya si existieron!
Gorgeras
Eran feas, molestaban para comer y restaban visibilidad. Pero desde el siglo XV al XVII todo el mundo las usaba para cualquier acto importante. Como por ejemplo, posar para un cuadro. Que se lo digan a nuestro Cervantes. Por supuesto, a mayor tamaño, mayor la posición que se trataba de aparentar.
Pelucas
Los burgueses y la nobleza más decadente del siglo XVIII disfrutaban luciendo estas extrañas pelucas de aspecto horripilante. No le quedan bien a nadie, pero eso no impide que aún se usen en Inglaterra y algunas de sus ex-colonias. Algún niño aún tiene pesadillas con ellas.
El "chonmage"
También llamado "pelo de samurai". Se trataba de rapar toda la parte frontal de la cabeza y recoger la trasera de una manera curiosa. El aspecto, horrible. Pero al menos tenía una utilidad: sujetar mejor el casco de la armadura en la batalla. Y además, ayudaba a disimular la edad de los guerreros. A nosotros nos recuerda un poco a Chiquito de la Calzada, la verdad.
El sujetador de punta
Afrodita A tenía misiles en los pechos. Pero no fue, ni de lejos, la primera en tener unos senos peligrosos. En los años 50 se pusieron de moda este tipo de sostén, que realzaba el busto y le daba una forma… ¡picuda! ¡Cuidado con los ojos!
El gorro-cóptero
Hablemos ahora de moda infantil, que también tiene sus tendencias. Los gorritos estos con hélice existieron de verdad. Sí: el de Doraemon sirve para volar. Pero los de la vida real no, aunque estuvieron de moda entre los críos de los años 50. ¿De cuántas collejas fue responsable el dichoso gorrito?
Pantalones de globo
Poco vistos en la calle, pero una horrible realidad en artistas de todo pelaje y condición, desde Mc Hammer a magos y malabaristas. Eso sí: muy útiles en caso de accidente aéreo.
La coletilla pija
No diga pijo: diga coleta. Si el peinado "mullet" (corto por delante, largo por detrás) ya era ridículo por si mismo, esta variante pija de llevar el pelo bien cortadito por delante y la coletita detrás era especialmente favorecida entre los músicos más horteras de los 80. Por ejemplo… el batería de David Lyme.
Las hombreras
En los 80 una plaga asoló occidente, y el mundo aún recuperándose. Se llamaban hombreras y encontraban la manera de alojarse en cualquier tipo de prenda femenina… ¡y hasta masculina! Hoy día muchos reivindican todo lo ochenteno. Pero ni el fan más pesado de 'Los Goonies' se atreve a decir que las hombreras molaban.
Riñoneras
Un horrible complemento que nos tortura cuando volvemos a ver las fotos que nos hicimos en la Expo'92 de Sevilla. Sí, serían útiles para guardar la cartera, el móvil y un boli, pero estéticamente eran una pesadilla. Lo mejor, el nombre que tenían en Italia: "marsupio".
El pelo a lo cenicero
La ruta del bakalao nos trajo un montón de modas nefastas, aunque quizá fue esta la más ridícula. Un corte de pelo que arrasó en nuestra juventud y desapareció al entrar el nuevo milenio. Consistía en rapar al cero la parte superior de la cabeza y dejar unos pelitos de punta alrededor del cráneo.
Fuentes: Forocoches , Buzzfeed, wiikpedia y Psychoherman
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