El nieto del fundador de Red Bull Chaleo Yoovidhya dejó así su Ferrari y se dio a la fuga A algunas marcas de coches como Ferrari, no le compensa vender coches a cualquier precio. No hablo de euros, dólares o yenes, sino de la imagen y el uso que los nuevos compradores pueden dar de los coches de la marca italiana.
Uno de los principales mercados para las marcas de lujo y de coches superdeportivos es China y otros mercados asiáticos. Muchas están encontrando allí el filón necesario para seguir batiendo records de ventas a nivel mundial y para suplir las caídas en las ventas en otros mercados, sobre todo los europeos.
Pero, ¿merece la pena vender Ferrari a gente que no hace buen uso de ellos? Eso es lo que deberían comenzar a plantearse los responsables de la marca italiana en China después de los últimos incidentes protagonizados por algunos de sus jóvenes y millonarios clientes. Tiene tela el tema.
Hace un par de meses vi un vídeo en el que dos taxis que arrancaron en un semáforo en verde fueron literalmente arrollados por un Ferrari que venía a más de 200 km/h y que se saltaba su semáforo. Ocurrió en Singapur.
Pensé en que podría ser un buen Dolorpasión™, pero nunca protagonizan esa sección accidentes mortales y este por desgracia lo fue, con tres víctimas mortales. Pero ahora debeis verlo para entender la magnitud del asunto.
Hace unos días David Jiménez, corresponsal del diário El Mundo en Bangkok hizo un excelente artículo al respecto, dónde sacaba a la luz nuevos casos de accidentes protagonizados por niños de papá a bordo de sus Ferrari. Recientemente Chaleo Yoovidhya estrellaba su Ferrari FF contra una moto de policía, arrollando a su piloto y dándose a la fuga inmediatamente después.
Chaleo Yoovidhya no es un nombre que nos suene de nada, pero tal vez os suene la marca de bebidas energética que fundó su difunto abuelo. Una tal Red Bull que además participa en la Fórmula 1 con varias escuderías y es una de las marcas que más apoya los deportes del motor a nivel mundial.
Juntar jóvenes adinerados con coches superdeportivos suele ser un cocktail explosivo. Ha habido cientos de casos de futbolistas que no han sabido manejar sus coches y han acabado protagonizando sonados accidentes. En el caso de los accidentes producidos en Asia, se juntan además otros factores.
En alguno de los accidentes se ha encontrado a jóvenes mujeres desnudas en el interior de los coches accidentados, lo cual hace sospechar que el cocktail tenía un nuevo ingrediente si cabe más peligroso: juegos sexuales a gran velocidad.
Sea como fuere, las marcas como Ferrari se encuentran ahora mismo con un dilema difícil de solucionar en los mercados asiáticos. Las ventas van bien, pero como este tipo de incidentes sigan produciéndose, es posible que la reputación de la marca se vea resentida y eso es lo peor que le puede pasar a una marca de prestigio.
¿La solución? Es muy compleja. Cualquiera puede llegar hoy en día a un concesionario Ferrari con 200.000 euros en el bolsillo y salir por la puerta con un Ferrari 458 Italia. En el pasado para acceder a algunos modelos de Ferrari como el F40, la marca ponía como requisito ser poseedor de algún otro Ferrari.
Esta no es una solución que “a priori” parezca factible en Asia en estos momentos, pero está claro que este es uno de los principales temas que los directivos de la marca del Cavallino ponen sobre la mesa cada vez que un accidente de uno de sus coches abren los telediarios o son portada de los principales diários.
Vía | El Mundo
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